sábado, 1 de agosto de 2009

El viajero del siglo

Autor: Andrés Neuman
Editorial: Alfaguara
Págs.: 531


La historia se desarrolla en la Europa post-napoleónica; época elegida por Neuman porque, al igual que hoy en día, existió un gran desencanto de las utopías revolucionarias que prometían constituciones, libertades y derechos que terminaron diluyéndose en el afán de poder de políticos y empresarios. Inmersa en ese espíritu la novela comienza con la llegada nocturna de un viajero a Wanderburgo, ciudad ficticia y laberíntica ubicada en la errática frontera entre Alemania y Prusia. Desde el comienzo, el autor cautiva con su prosa hipnótica, cuya virtud es la de fluir sencillamente, condimentada con exquisitas imágenes poéticas sumamente disfrutables. Hans, el viajero protagonista , recorre las calles empedradas de una ciudad que parece desordenar su plano mientras sus habitantes duermen y en la que cada día le suceden acontecimientos que le impiden irse, como si ese extraño lugar tuviera el poder de retenerlo. Estas misteriosas circunstancias propician el trato con personajes que irán apareciendo a lo largo de la historia y que representarán la sociedad europea de la época. Una de las primeras personas que conoce es un organillero que toca su instrumento a cambio de monedas en la plaza principal de la ciudad. A partir de ahí la narración se desgrana con la entrada en escena de otros personajes hasta que Hans se enamora de Sophie Gottlieb, una joven perteneciente a una familia acomodada, que al saber de la profesión de traductor de éste lo invita al “Salón de los viernes”, reuniones organizada por ella misma (que representa a la mujer intelectualmente emancipada y consciente de sus derechos) donde los habitué opinan y discuten de los más diversos temas relacionados con la realidad europea. Una novela excelente, en la que el autor explora y pone al servicio de la historia distintos recursos literarios. El juego de la traducción, la poesía y los sentimientos; la representación dramática de guiones teatrales; las variaciones en los puntos de observación del yo narrante. Sumándole además una prosa original, vibrante y fresca que hace que el acto de leer sea una gozosa y gratificante experiencia. En definitiva, una novela sumamente recomendable, donde el viaje es la Vida y los lugares hitos que nos completan a lo largo del tiempo.

Marcelo Rodríguez.

1 comentario:

  1. Grande Marcelo!!
    Más allá de que fueron en patota junto al Facu a intimarme en el Stand, soy un tipo poco rencoroso. Me parece excelente la iniciativa de este blog, y tu comentario sobre la novela de Neuman, al que pudimos conocer cuando llegó al Virrey por el Premio Alfaguara, desmiente el perfil modesto con el que te presentas.

    Espero poder aportar algo si resulta de utilidad. Un abrazo, Julián.

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